"Puertas que se abren"
Así pues, llegamos al mundo, nacemos y lo primero que hacemos es llorar, nacemos llorando en un mundo que en principio nos parece inhóspito, y llegamos a él sin manual de instrucciones, sin brújula que nos oriente. Debemos improvisar a cada momento, no cesamos de aprender, como tampoco cesamos de tropezar en las mismas piedras, resulta a veces demasiado complicado encontrar la senda, no tomar el tren equivocado...es fácil repetir patrones recibidos, errores heredados...Todos los seres humanos tenemos algo en común; la salida y la meta, el sufrimiento y la felicidad, incluso en ocasiones jugamos un poco a ser dioses... hay algo de perverso alivio en la culpa, hay algo de perversa comodidad en la rendición, en escudarse en el dolor del pasado, la crudeza con la que a veces se nos muestra la vida... sin embargo, un día de tantos, te paras a pensar...te relajas y respiras profundamente, aspirando con lentitud cada segundo de oxígeno...¡si!, oxígeno, eso que justamente te faltaba en el instante de nacer, y te das cuenta de que has estado ignorando muchas cosas, cosas como puertas que se abren, puertas que incluso se pueden abrir de par en par y dejar pasar a la luz...
Techari