Si Marianne Faithfull puso en manos de Jagger "El Príncipe Y La Margarita", o la poesía de Blake, Anita introdujo a Keith Richards en la magia negra y la brujería, como si de la propia Reina Negra se tratase, y así nació, entre otras cosas, "Sympathy For The Devil".Siempre he sentido una intensa atracción hacia las dos mujeres que, como un cometa brillante, dejaron un rastro imborrable en la vida y la obra de los Stones, gracias a su personalidad y carisma. Desde la ignorancia, Marianne Faithfull y Anita Pallenberg siempre han sido consideradas meras groupies o "novias de", cuando la realidad se ajusta a un poso e influencia en los Rolling Stones de proporciones más que notables y de un atractivo sin precedentes.
La influencia de Anita fue decisiva para convertir a esos chicos que grababan singles en 1965 en las Satánicas Majestades que hicieron Exile on Main Street en 1972, dejando un cadáver por el camino. Anita era una famosa modelo en los sesenta, introducida en los círculos intelectuales londinenses, cuando le presentaron a los Stones. Era una belleza tremendamente sexual, culta, extravagante, sofisticada y moderna que había encandilado a gente como Bob Dylan o Jean-Luc Godard. Rubia, alta, radiante, espléndida, mágica, inteligente, fija sus ojos en Brian Jones, quien, por aquel entonces, se autodenominaba "líder de la banda", para enfado de Jagger. Desde aquella fecha, Anita Pallenberg vivió junto a los Stones durante más de 15 años, siendo testigo y protagonista de algunos de los momentos más celebrados de la historia del rock and roll. Y sobre todo, presenciando la grabación de las 4 obras más grandes de la carrera del grupo, en las que dejó su huella: "Beggars Banquet" (68), "Let It Bleed" (69), "Sticky Fingers" (71) y "Exile On Main Street" (72).
Anita perteneció al selecto grupo de jóvenes irreverentes que escandalizó a padres y sedujo a hijos durante la década más inquietante y transgresora del siglo pasado. Hablaba 5 idiomas, actuaba con culta sofisticación y se desenvolvía como pez en el agua dentro de los círculos artísticos y aristocráticos londinenses en los que Brian ya tonteaba. Primero novia de Brian Jones, devolvió a éste la autoestima y confianza que Jagger y Richards, y la personalidad frágil del propio músico, habían minado. Debido a ello, Brian pudo desarrollar el aura de dandismo con la que cautivó a toda una generación de adolescentes, que copió su peinado, su manera de vestir y sus gestos hasta la saciedad. Anita incluso logró que sus ropas figuraran en el armario de Jones, convirtiéndolo en el primer rockero vestido con prendas de mujer.
Anita junto a Marianne Faithfull, fueron las responsable de la fusión "estrellas del rock and roll, personajes del mundo del arte y la aristocracia" que tan bellos frutos dio para el quinteto durante el mágico Swinging London y los excesivos 70. Si los Rolling Stones iban un paso por delante de la mayoría de bandas de la época es porque con ellos estaban las dos mujeres que introdujeron a unos chicos de barrio obrero en un sofisticado mundo de marchantes de arte de vanguardia, fotógrafos de renombre y aristócratas cool, dándoles a conocer la literatura más rica, el cine, la pintura, el ballet, la aventura bohemia que eran los viajes a Marruecos. Fue precisamente en uno de esos viajes, en el 67, cuando Anita escapó del maltrato de Brian y huyó con Keith. La relación con Brian tocaba a su fin, la naturaleza viciosa de Anita no ayudó para nada a Brian Jones en su inevitable deterioro personal; siendo, si cabe, tan viciosa o más que éste; también sufrió los crueles maltratos físicos y psicológicos que Brian le propinó hasta el 67. Brian Jones y Keith Richard dejaron de hablarse entonces por culpa de Anita. Brian quedó completamente deprimido por la pérdida de Anita y la humillación de su banda. Murió dos años después, en circunstancias aún no aclaradas, ahogado en la pequeña piscina de su casa.
Anita decidió terminar el trabajo que había iniciado con Brian haciendo de Keith un héroe de cuento rockero, un caballero byroniano... vivieron juntos unos años llenos de pasión, contrastes y excesos. Cuando Brian Jones fallece , Anita está a punto de dar a luz a Marlon, su primer hijo con Keith Richards. El último año había sido de locura para ella. Además de adentrarse peligrosamente en el mundo de las drogas y de convertirse en figura omnipresente para la banda a la que Mick Jagger observa receloso como si de una competidora directa se tratase, su carrera como actriz despegaba definitivamente con el estreno de “Barbarella”, en la que interpretaba a la malvada reina negra. Durante el rodaje en Roma, dónde como no, se convirtieron Keith y ella en los reyes de la escena,sus amigos experimentaron como Anita se obsesionaba con el papel y comenzaba a confundir la ficción con la realidad. Todo eso bañado con coca y mucha hierba. Su aspecto también reflejaba ese lado oscuro que tanto dió que hablar en aquella época. Marianne Faithfull recuerda que “parecía la Black Queen en ropa casual”.
Durante el rodaje de la película Performance, Anita Pallenberg tuvo una relación con Mick Jagger, que acababa de terminar su historia con Marianne Faithfull. No sólo la tuvieron, sino que lo hicieron delante de todo el mundo y grabaron sus relaciones sexuales que fueron expuestas en un festival de cine porno en Ámsterdam. Disfrutó de cierta fama como actriz, aunque sus películas no fueran demasiado conocidas. Performance se centra en la figura de la estrella del rock caída, Turner, interpretada por Mick Jagger que acoge en su retiro bohemio y narcótico a un tipo perseguido por unos gángsters. Anita interpreta a una de las chicas que complacen todas sus fantasías. El rodaje de la película fue caótico, con Donald Cammell comportándose como un caprichoso e irritante jefazo y con los celos de Keith Richards asomando en su relación, ya que no le hacía gracia que su novia se metiese desnuda en la cama con Jagger.
Además de Marlon ( al que bautizaron así por el actor M. Brando al que Anita conoció en el rodaje de “Candy”), Keith y Anita tuvieron una niña, Dandelion (Angela) y otro niño en 1976, Tara, que falleció de muerte súbita con solo unos meses de vida, hecho que acabó por hundirlos en el abismo de las drogas y que fue el principio del fin entre los dos. Keith se fue distanciando de una Anita cada vez más fuera de control y pese a que se seguían queriendo siguieron el consejo de la gente que les rodeaba ( incluso de sus abogados) de que lo mejor para ellos sería separarse. Keith consiguió terminar definitivamente su relación con ella en 1979, cuando un chico de diecisiete años se suicidó en la cama de Anita jugando con una pistola de Keith Richards mientras éste estaba en Paris en un concierto, fue en la mansión de Keith en Nueva York. Se dijo que fue un suicidio. Y Anita que estaba en la casa, fue liberada de toda responsabilidad. Keith y Anita se separaron, aunque siguen siendo amigos. Actualmente, ella se deja ver en algún acto social en Londres. Actualmente comparten dos hijos y nietos. Hasta ese momento, Anita había inspirado canciones tan emblemáticas de la banda como Sympathy for the devil, Happy, o la maravillosa Beast of burden ("Am I hard enough / Am I rough enough / Am I rich enough / Im not too blind to see", le dice Keith a ella en la letra).
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